Leyendo un artículo de Cerruti comprendí que la memoria y el duelo necesario para llevarla a cabo en los hechos históricos es similar al tiempo individual.
Uno necesita un tiempo largo e importante para poder pensar sobre ese hecho del pasado que es traumático, que dolió y que marcó nuestras vidas para poder hacer un balance significativo y (re) pensarlo desde otros lugares, otras visiones, otros sentires...
Esta bueno dejar el tiempo necesario pero más bueno esta que ese momento llegue. Es el momento de la justicia, de sentir que uno se libera a la vez que recompone el hecho. Aunque sea uno, diez o veinte años después, lo importante es repensar, volver a eso y sentir que está superado, que se logró.
Todo ciclo tiene un principio y un fin. Creo que mi ciclo anterior se cerró hace poco. Como una novela que debía ser vivida, como una historia abierta que necesitaba ser cerrada, llegó. Me liberé.
(aunque hay "sentires que nunca se harán olvido" )
