Detesto ser tan exigente
conmigo
con mis amigas,con mis padres, con mi hermano, con mis docentes, con mis alumnos, con mi -futura- casa,
con mi cuerpo, con mi estudio, con mi canto, con mi baile....
pero sobretodo: con LOS HOMBRES....entiendo más que nunca el "no hay poronga que le venga bien"
Es literal.
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